Todos tenemos metas que queremos alcanzar en nuestras vidas. Estos objetivos pueden ser desde aprender un nuevo idioma y adoptar hábitos alimenticios más saludables o incrementar nuestros ahorros.

La percepción errónea de que la brecha entre nuestro estado actual y el futuro anhelado se debe a la falta de conocimiento nos lleva a comprar cursos sobre cómo iniciar un negocio, cómo perder peso rápidamente o cómo aprender un nuevo idioma en tres meses.

Suponemos que si conociéramos una estrategia mejor, obtendríamos mejores resultados. Creemos que un nuevo resultado requiere nuevos conocimientos. Sin embargo, los nuevos conocimientos no necesariamente generan nuevos resultados.

La clave está en comprender la diferencia fundamental entre aprender y practicar.

La diferencia entre aprender y practicar

"Cuando practicamos algo, estamos involucrados en la repetición deliberada de un proceso con la intención de alcanzar un objetivo específico. Las palabras deliberado e intención son claves aquí porque definen la diferencia entre practicar algo activamente y aprenderlo pasivamente." — Thomas Sterner, La Mente Practicante

Aunque aprender y practicar puedan parecer similares, sus resultados difieren considerablemente. Veámoslo desde otras perspectivas:

• Digamos que su objetivo es volverse más fuerte y estar en forma.
  Puedes investigar las mejores instrucciones sobre la técnica del press de banca, pero la única forma de desarrollar fuerza es practicar levantando pesas.
  
  

• Digamos que tu objetivo es hacer crecer tu startup.
  Puede aprender cuál es la mejor manera de hacer un discurso de ventas, pero la única forma de conseguir clientes es practicar las llamadas de ventas.
  
  

• Digamos que tu objetivo es escribir un libro.
  Puedes hablar con un autor de best-sellers sobre escritura, pero la única forma de convertirte en un mejor escritor es practicar la publicación de manera constante.

El aprendizaje pasivo genera conocimiento, mientras que la práctica activa desarrolla habilidades.

Razones para Priorizar la Práctica Activa:

1. El aprendizaje pasivo puede fomentar la inacción

Con frecuencia, el aprendizaje sirve como excusa para postergar acciones concretas hacia nuestras metas. Por ejemplo, querer aprender un idioma puede llevarnos a leer libros sobre el tema, proporcionando una sensación de progreso sin la práctica real del idioma.

Cometemos el error de estar en movimiento en lugar de actuar . El aprendizaje es valioso hasta que se convierte en una forma de procrastinación.

2. La práctica es aprendizaje, pero el aprendizaje no es práctica

El aprendizaje pasivo no se traduce en práctica porque, aunque se adquieren nuevos conocimientos, no se descubre cómo aplicarlos. La práctica activa, en cambio, es una excelente forma de aprendizaje, ya que los errores revelan conocimientos importantes.

la práctica es la única manera de hacer una contribución significativa con su conocimiento. Puedes ver un curso en línea sobre cómo construir un negocio o leer un artículo sobre un terrible desastre en una nación en desarrollo, pero ese conocimiento es improductivo a menos que realmente lances tu negocio o hagas una donación a los necesitados. Aprender por sí solo puede ser valioso para ti, pero si quieres ser valioso para los demás, entonces tienes que expresar tu conocimiento de alguna manera.

3. La práctica centra tu energía en el proceso

"El progreso es el resultado natural de mantenerse concentrado en el proceso de hacer cualquier cosa." — Thomas Sterner, La Mente Practicante

La situación actual de nuestra vida es el producto de los hábitos y creencias que practicamos diariamente. Enfocarse en practicar hábitos positivos conlleva a un progreso continuo. El aprendizaje y los sueños son importantes, pero son los hábitos diarios los que determinan los resultados.

Centra tu energía en el proceso, no en el producto.

Conclusión:

El aprendizaje pasivo no es inútil, pero no garantiza el progreso. A menudo, nos refugiamos en la información para procrastinar en lugar de tomar acciones concretas. Dediquemos menos tiempo al aprendizaje pasivo y más a la práctica activa. Deja de pensar y empieza a hacer para transformar tus metas en realidades tangibles.

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Este blog nació mientras me sentía dando vueltas sin sentido planeando y planeando la mejor forma de postear mis blogs. Recordé que hace algunos años lei algo sobre esto en el blog de James Clear y decidí compartirlo con ustedes. El blog original lo pueden encontrar aquí